Contexto global: reconfiguración del comercio
El 2 de abril de 2025 marcó un punto de inflexión en la política comercial global con el anuncio de aranceles generalizados por parte de Estados Unidos. Esta medida, impulsada por el presidente Donald Trump bajo la narrativa del “Día de la Liberación Económica”, buscó reorientar el comercio exterior estadounidense aplicando un arancel base del 10% a todas las importaciones, con tarifas aún más altas para países como China (54%) y la Unión Europea (20%).
En este entorno tenso y proteccionista, México logró mantenerse al margen de los nuevos gravámenes gracias a la vigencia y solidez del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
México y el TMEC: una alianza estratégica que perdura
La presidenta Claudia Sheinbaum celebró públicamente que México no fuera incluido en los nuevos aranceles base de EE.UU., destacando que la relación diplomática estable con el país vecino y la fortaleza institucional del TMEC fueron clave para este resultado.
Aunque persisten tarifas en sectores específicos como el acero, aluminio y ciertos productos automotrices, el tratado ha servido como muro de contención frente a un entorno global volátil, brindando estabilidad a las cadenas de valor trinacionales.
Beneficios concretos de la continuidad del TMEC
- Certidumbre para la inversión extranjera directa (IED):
Empresas estadounidenses y canadienses mantienen planes de expansión en sectores estratégicos como automotriz, energía, tecnologías y manufactura avanzada en territorio mexicano. - Protección a las cadenas de suministro integradas:
El TMEC permite mantener reglas claras de origen, facilitando que empresas transnacionales sigan utilizando a México como plataforma de producción y exportación. - Fortalecimiento del nearshoring:
México se consolida como destino ideal para empresas que desean trasladar operaciones desde Asia hacia Norteamérica, especialmente tras las sanciones impuestas a China.
Retos y oportunidades en el nuevo orden
Retos:
- Presión política interna en EE.UU.: Podrían surgir tensiones sobre el cumplimiento de los capítulos laborales y ambientales del TMEC.
- Ajustes en reglas de origen automotrices: Las nuevas revisiones podrían afectar la competitividad en ciertos eslabones de la cadena.
Oportunidades:
- Mayor integración energética y digital con EE.UU. y Canadá.
- Fomento del desarrollo regional en el sur del país, aprovechando incentivos logísticos como el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.
- Proyección de México como mediador comercial entre Norteamérica, América Latina y Asia.
Conclusión: el TMEC como ancla de estabilidad
En medio de un reordenamiento comercial mundial, el TMEC se mantiene como uno de los pilares fundamentales del crecimiento económico y la estabilidad de México. La exclusión de nuevos aranceles no solo valida la apuesta estratégica por la integración regional, sino que abre la puerta a una etapa de consolidación industrial y fortalecimiento del papel de México como socio confiable en el nuevo orden global.